Traigo extraviada la ilusión desde hace días, tú indiferencia es la agonía inerte a esta voluntad mía de amarte y que te llama en el silencio, que te grita enmudeciendo a tu ser esquivo; volvamos a comenzar desde hoy, dejando cicatrizar a la vida, deja que nuestros cuerpos hablen, que se manifieste el amor más profundo de la entrega, sin inhibiciones, sin sexo... Mañana será tarde, ni la vida mortal tendrá piedad, el tiempo nos marginará y el deseo morirá.. ¿Volvemos a empezar?...
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